El reto de empezar el año con una visión empresarial renovada

Edificio en construcción con un letrero de 2025

Con el inicio de un nuevo año, muchos buscamos innovación sobre lo hecho el año anterior, tanto en lo personal como en lo profesional. Sin embargo, es fácil caer en la rutina y olvidar esos planes de renovación. ¿Estamos realmente preparados para innovar y adaptarnos al futuro que nos espera?

Ante el cambio de año, no solo se tiene la expectativa de lo que “nos traerá este nuevo” también nos acompaña el sentimiento de “hacer las cosas mejor que el año que pasó” y “aprovechar las oportunidades”.

Esos buenos pensamientos aplican en todo ámbito: personal y profesional, pero este primer blog del año lo enfocaremos en lo “profesional”.

Es muy común que se inicie el nuevo año retomando lo que se quedó pendiente y resolver las tareas que van saliendo en esas primeras semanas, sin dejar de lado la parte coloquial de esas típicas conversaciones de lo que se hizo y no en las vacaciones y la falta que hace unos días de vacaciones para “descansar” de esas vacaciones.

Cuando nos damos cuenta, ya estamos casi terminando el primer trimestre del año y hasta ese momento, la rutina no ha hecho más que absorbernos en su nube de conformismo, de confort y poco o nada de preocupaciones o sobresaltos.

¿Seguiremos este 2025 en lo mismo, sin innovación?

Revisamos el calendario y caemos en cuenta que perdimos muchos días, en apagar pequeñas fogatas, en retomarle el gusto a la rutina, en hacer unas cuantas llamadas a clientes actuales y revisar que vayamos tal y como se presupuestó meses atrás.

Eso está muy bien. Pero, ¿dónde quedó esa promesa de “año nuevo, planes nuevos? ¿De buscar un espacio para nuevos proyectos, nuevos clientes? ¿De hacer una revisión en nuestro entorno y lo que está haciendo la competencia? ¿Qué cambios se vislumbran en nuestro mercado que nos impulsen o representen una potencial amenaza?

Pueda que, alguno o alguna de mis estimables lectores, al leer esto, cuestionen mi artículo con preguntas muy válidas como: ¿para qué quiere que yo salga de mi zona segura si tengo dominado el mercado? ¿para qué cambiar cuando cerré un año excelente y mis socios están más que satisfechos? Mis productos, servicios, son de lo mejor que existe, clientes satisfechos, proveedores contentos, ¿qué más se puede pedir?

Estoy totalmente de acuerdo con esas preguntas; no obstante, no todo depende de nuestra buena gestión, de nuestros controles y resultados. Las fuerzas del mercado nunca descansan y no hay nada más constante que el cambio.

Por eso, ahora en esta era tecnológica, el entorno cambia en un dos por tres. Ese preciado lugar de control, de seguridad, se resquebraja y aquella “ventaja competitiva” que ostentamos, se desvanece y por supuesto, la competencia hará lo propio.

Así que, es conveniente abrir un espacio de nuestra agenda de inicio de año para preguntarnos por nuevos proyectos, nuevos clientes y si es un buen momento para ampliar nuestro dominio de mercado.

¿Año nuevo, ponemos en marcha la creatividad e innovación?

Como bien dice la estrofa de una canción muy famosa interpretada por la inolvidable Mercedes Sosa: “cambia, todo cambia” y yo le añado “nada es eterno”.

No se confíe estimado empresario, estimada empresaria. La zona de éxito, los buenos números, los días de gloria pueden tornarse grises si no se toman acciones eficientes.

Para empezar, no es necesario llevar a cabo una encerrona de un día completo con sus principales ejecutivos. Solo basta con tomar un par de días, una hora a la semana, aprovechando que los primeros días del año, muchos de los clientes y proveedores todavía están celebrando o de vacaciones y la agenda no está complicada.

Para orientarnos por donde empezar, es conveniente sacar la Misión y Visión de la empresa y refrescarnos qué somos, cuál es nuestro propósito en el mercado al que nos dirigimos y muy importante, hacia donde vamos, cómo nos vemos en unos 3, 5, 10 años.

Si no tenemos misión y visión, es un momento excelente para definirlas, ¿por qué? Porque nos hace poner pies en tierra y cuestionarnos el papel de nuestro negocio o emprendimiento en este mundo empresarial.

¿Cómo nos estamos proyectando?

Qué es lo que realmente estamos ofreciendo, y cómo nos proyectamos en unos años. De esta forma, nos daremos cuenta si realmente lo estamos cumpliendo, o si ha habido desvíos y qué tan lejos estamos de ese horizonte.

Les aconsejo no seguir hasta no tener claro el punto anterior. Si usted y su equipo han repasado bien la misión y visión, sáquenla del papel, del cuadro donde están enmarcadas y pónganlas en acción.

Es hora de identificar si lo que hemos hecho hasta ahora es el cumplimiento total de la misión y nos encamina correctamente hacia la visión.

Si es así, es bueno reforzar las barreras de entrada, la atención a los clientes, la buena relación con los proveedores y mantener un ojo en la competencia. Es decir, con esas y otras acciones, fortalecer nuestra ventaja competitiva.

Si no hemos cumplido con nuestra misión y estamos lejos de alcanzar la visión planteada, es un momento excelente para replantear proyectos, analizar qué fue lo que nos desvió de la misión y como ir corrigiendo poco a poco, sin ejecutar un golpe al timón que afecte a la organización y a los que trabajan en ella.

Echemos mano a la innovación, a una forma creativa de llevar a cabo cambios y en propuestas que nos permitan retomar el rumbo, nos impulsen a mejorar, a buscar la excelencia, a fortalecer nuestras ventajas competitivas, a estar pendientes de los cambios en el mercado y de la competencia y de esta forma, retomar la senda de nuestra visión.

Para concluir

Llevando a cabo esos pasos, hemos refrescado el rumbo de nuestra empresa, identificamos qué mejorar, qué desarrollar y qué descartar.

Existen firmas que pueden ayudar a iniciar ese proceso. Nosotros en INTIC nos especializamos en apoyar a las empresas, a emprendimientos a llevar a cabo ese ejercicio desde cero. Definiendo misión, visión, analizando su entorno, el mercado, identificando oportunidades, monitoreando posibles amenazas y muy importante, perfeccionando esas ventajas competitivas.

En nuestra firma INTIC, les ayudaremos para que ese inicio de año no sea siempre lo mismo y la rutina lo consuma. Le ayudamos con la innovación. Identificaremos juntos las herramientas para que su empresa, su emprendimiento, estén atentos a los cambios, los aproveche, innove y crezca siempre bajo la senda de su visión.